El director general, Pablo Fernández, destaca la dificultad de los trabajos, para los que “fue necesario suministrar materiales y parte de la maquinaria en la cabecera del monte mediante un helicóptero”

Los 2.000 metros cuadrados de malla de acero instalados, tienen una capacidad certificada para soportar empujes de hasta seis toneladas por metro cuadrado de terreno

La Consejería de Agricultura y Agua culminó las obras de rehabilitación del camino principal del Cerro de la Solana de la Sierra de Ricote y el aseguramiento del talud. Dichas obras han supuesto una inversión de 157.000 euros cofinanciados con Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (Feader), y han generado 52 jornales de trabajo.

El director general de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Pablo Fernández, señaló que en otoño de 2007 se produjeron desprendimientos en el camino perimetral que recorre la solana de la citada Sierra, que impedían el tránsito de vehículos, con el consiguiente riesgo en caso de incendio en esta zona.

Por tal motivo, la Dirección General acometió las obras con el objetivo de evitar los desprendimientos desde el talud al camino, evitar accidentes en el ámbito del monte e incrementar el nivel de seguridad.

Para ello se procedió a retirar las rocas desprendidas, a limpiar el talud y colocar una malla de triple torsión reforzada y una red de acero, además de un refuerzo mediante bulones, para contener posibles desprendimientos futuros.

Trabajo difícil

Pablo Fernández apuntó que los trabajos “han resultado técnicamente dificultosos, ya que fue necesario suministrar materiales y parte de la maquinaria en la cabecera del monte mediante un helicóptero”.

Destacó asimismo que “la tarea que requirió más tiempo e inversión fue la perforación del macizo inestable para la colocación de anclajes de acero de hasta 12 metros de longitud a lo largo de los 1,6 kilómetros totales ejecutados”.

Los 2.000 metros cuadrados de malla de acero instalados, tienen una capacidad certificada para soportar empujes de hasta seis toneladas por metro cuadrado de terreno, ya que “la malla está fabricada con materiales de última generación y cuenta con las máximas prestaciones técnicas actuales en el sector de la estabilización”, concluyó Fernández.